José M. Caballero
Naturaleza humilde: una de caracoles
Si os dijera que algunos días de principios de julio echo de menos la baba de caracol, ¿me recomendaríais una visita al psiquiatra sin más demora? Bien, pues no os lo digo aunque sea verdad. Lo que ocurre es que, en Murcia, con las lluvias de junio, a las que siguieron temperaturas relativamente altas, los caracoles se mostraban muy activos, dentro de lo que cabe. Durante unas tres semanas, en mis paseos matutinos por la huerta encontraba tramos de carriles y caminos, asfaltados o sin asfaltar, llenos de rastros de caracol. Se hace camino al reptar: los caracoles van trazando sus sendas con el mucus (“baba”) que segregan, como vemos en estas imágenes (Fig. 1).

Fig. 1. Las líneas sinuosas claras que se marcan en el asfalto (A y B) son los rastros que dejan los caracoles en su recorrido, mucus producido y segregado por glándulas que se encuentran en su pie muscular. En C se muestra alguno de estos rastros más de cerca, apreciándose el aspecto de este mucus viscoso y elástico, especialmente rico en glicoproteínas ácidas [2].
Según el Atlas de moluscos continentales de la Región de Murcia [1], se conocen en ella 89 taxones (especies o subespecies) de moluscos gasterópodos terrestres, 74 con concha (caracoles) y 15 sin concha (babosas). Todos producen mucus, y la composición varía de unas especies a otras, con lo cual el conocimiento sobre ella es muy limitado, pero de su utilidad para la curación de heridas, quemaduras y abscesos se ha hablado desde tiempos remotos, ya la mencionaron Hipócrates y Plinio. Actualmente, la “baba” de algunos caracoles tiene aplicaciones en cosmética, bioingeniería, medicina y farmacia. Comercialmente se le atribuyen propiedades, no sé si suficientemente contrastadas, relativas a regeneración de la piel, reducción de arrugas y estrías, tratamiento del acné, etc. [2, 3].
Una de las especies más utilizadas es Cornu aspersus (=Helix aspersa), común en la Región (Fig. 2). Tiene en su pie muscular cuatro tipos de glándulas que producen mucus de distinta composición y distintas funcionalidades [2]: adherente y lubrificante para el desplazamiento, pegamento fuerte para mantenerlo sujeto a superficies en periodos de inactividad, protección contra la desecación o contra microorganismos,…

Fig. 2. Dos especies de caracoles terrestres autóctonos, comunes en los alrededores de Murcia. Izquierda: Cornu aspersus (=Helix aspersa). El mucus de este caracol se utiliza en cosmética, medicina,… Por ello se cría ampliamente en cautividad. Derecha: Otala punctata, llamada comúnmente cabrilla o boquinegro. Tanto esta especie como la anterior son comestibles, y se suelen recolectar para su consumo.

A principios de julio empecé a notar que disminuía el número de “caminos de caracol”, mientras aumentaba el número de caracoles arracimados en tallos, ramas, postes o farolas. Y es que los meses de julio y agosto son los de menor actividad de los caracoles en esta zona, pues entran en un estado de letargo estival, o estivación (Fig. 3), que durará hasta que una combinación más favorable de humedad y temperatura disminuya el riesgo de deshidratación.
Hacia finales de verano o en otoño, sobre todo si vienen lluvias, volveremos a verlos activos, marcando su recorrido.
Fig. 3. A veces se reúnen los caracoles en grandes grupos para llevar a cabo la estivación, subiendo a tallos o ramas de plantas, verdes o secas, o también a elementos humanos como postes o farolas. En la fijación a estos soportes también interviene de forma importante el mucus, endureciéndose al secarse y formando una estructura adhesiva llamada epifragma. Esta foto se tomó el 03/07/2021 en las afueras de Cabezo de Torres.
[1] García-Meseguer, A.J.; Esteve, M.A.; Robledano, F. & Miñano, J. (2017). Atlas y Libro Rojo de los Moluscos Continentales de la Región de Murcia. Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente. Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. 338 pp.
[2] Greistorfer, S. et al. (2017). Snail mucus – glandular origin and composition in Helix pomatia. Zoology, 122: 126-138. http://dx.doi.org/10.1016/j.zool.2017.05.001
[3] Alcalde, M.T. & del Pozo, A. (2008). Baba de caracol. OFFARM, 27(9): 118-120.

“La cuna del caracol”. La estructura en la que se encuentra este ejemplar de Theba pisana es una agrupación de frutillos de zanahoria silvestre, Daucus carota. Cada frutillo está provisto de numerosos ganchos minúsculos, que ayudan a su dispersión. Mientras que la agrupación de flores era más bien convexa, al formarse los frutos la agrupación se condensa y toma forma cóncava, dejando un hueco en el que a veces encontramos algún caracol.