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  • Foto del escritorJosé M. Caballero

El ciclo anual en la ciudad: noviembre

Actualizado: 23 nov 2020

"El otoño se acerca con muy poco ruido:

apagadas cigarras, unos grillos apenas,

defienden el reducto

de un verano obstinado en perpetuarse,

cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste. […]”

Ángel González, El otoño se acerca


Los versos que el poeta asturiano dedica a la entrada del otoño se podrían aplicar al mes de noviembre en Murcia. Las cigarras claudicaron hace tiempo, pero cuando se hace de noche aún se puede oír, en los alrededores de la ciudad, pasada la mitad de este mes, el canto de los grillos; débil y mortecino en algunos momentos, pero se oye: un resistiré entomológico.

Ciertamente, el periodo de actividad de los insectos se estira y se estira en esta zona (Fig. 1). Los saltamontes siguen en movimiento, incluso los hemos visto apareándose. También hay mariposas: la blanquita de la col (Pieris rapae) revolotea en cultivos y praderas, a menudo con las alas ya muy deterioradas; a la vez vemos otras especies que no hemos detectado en toda la temporada anterior, como la mariposa tigre o el almirante rojo. Y en otoño, después de una lluvia, hormigas voladoras, machos y reinas, aparecen en gran número; hemos podido presenciarlo el día 6 de noviembre.

Fig. 1. En Murcia, y en muchas zonas del sur de la península Ibérica, la actividad de numerosos insectos se prolonga a lo largo de los últimos meses del año. A. El amor otoñal de los saltamontes, hembra y macho (este último más pequeño) de la especie Eyprepocnemis plorans. Estaban apareándose antes del amanecer del día 7 de noviembre, entre Murcia y Zarandona. B. La mariposa tigre, Danaus chrysippus, es un lepidóptero migrador que a partir de África ha ido estableciéndose en zonas de la Europa mediterránea. En los alrededores de Murcia hemos visto, en distintos años, individuos a finales de octubre o en noviembre, siempre en pequeño número. El color llamativo “avisa” a los posibles depredadores de la toxicidad de esta mariposa, debido a los alcaloides que contienen las plantas de las que la oruga se alimenta (la principal es el matacán, Cynanchum acutum). C. El almirante rojo, Vanessa atalanta, pertenece a la misma familia que la mariposa tigre, a los ninfálidos. También se han señalado para ella costumbres migradoras, y es una de las mariposas que se ven al final de la temporada, volando incluso en invierno. D. Hormiga alada (reina) de la especie Messor barbarus. El día 6 de noviembre se vieron muchísimas hormigas aladas volando en Murcia y sus alrededores; había llovido el día anterior. Las hormigas aladas (o alúas, como las llaman en algunos sitios) son hormigas reinas y machos. Estos últimos mueren al poco tiempo, algunos habrán conseguido aparearse. Las reinas, tras aparearse, aterrizan, se desprenden de las alas y se entierran; más adelante pondrán los huevos.



El otoño es época de setas (Fig. 2), y probablemente es en noviembre cuando más abundan en los alrededores de Murcia. Sin embargo, este año ha llovido muy poco y tarde, con lo que apenas han salido hasta el momento. Tampoco hay muchas plantas en flor, pero algunas encontramos (Fig. 3). Las hay que tienen un largo periodo de floración, entre las que se encuentran el pepinillo del diablo (del que hablé en septiembre), la rabaniza o la hierba de la sangre. Otras son de floración principalmente otoñal, es el caso de la boja (Artemisia herba-alba) o de la olivarda (Dittrichia viscosa), que veíamos el mes pasado y que todavía tiene flores aunque la mayoría han fructificado ya. En cambio, especies de plantas introducidas (exóticas), como la gloria de la mañana, florecen muy vistosamente “cuando no toca”, o esa es la impresión que nos dan.

Fig. 2. Setas, y alguna otra cosa, encontradas en el Parque regional de El Valle y Carrascoy. Las fotos son del mes de noviembre, pero de otros años, ya que este apenas han salido, dado lo seco del otoño y que las escasas lluvias han sido tardías. A. Omphalotus olearius, la seta del olivo, aunque también puede aparecer asociada a otros árboles; es venenosa. B. Suillus cf. mediterraneensis, un pariente cercano de los boletus. Es comestible, aunque dicen que deben desecharse la cutícula y el pie. (¡Por supuesto, nunca deben cogerse setas para comerlas si no se conocen bien!) C. Chroogomphus rutilus, llamado comúnmente “pata de perdiz”. Es comestible, aunque no de muy buena calidad (también se retira la cutícula). Como se ve en la imagen, tanto este como Omphalotus tienen láminas bajo el sombrerillo, mientras Suillus tiene poros (en ellos, o en las láminas, se desarrollan las esporas que sirven para la reproducción). D. Leocarpus fragilis. Algunos años, sobre todo los más húmedos, también se ven en el Parque regional estos organismos, que durante mucho tiempo se incluyeron en los hongos (mixomicetos), pero actualmente suele considerarse que pertenecen a un reino diferente (Protistas).

Fig. 3. A. La centinodia o hierba de la sangre (Polygonum equisetiforme) es una poligonácea abundante en los baldíos, bordes de cultivos y de caminos. Florece durante un periodo amplio: entre mayo y noviembre muestra sus minúsculas flores blancas. B. También la olivarda, Dittrichia viscosa, puede florecer durante una temporada larga, pero lo hace principalmente a final de verano y comienzo del otoño. Ahora se siguen viendo flores, pero hay sobre todo frutos agrupados, como muestra la imagen: cada pequeño fruto tiene una sola semilla y un vilano, especie de plumerillo que ayuda a su dispersión por el viento. C. La rabaniza (Diplotaxis erucoides) puede verse en flor durante la mayor parte del año. Pertenece a la familia Crucíferas, en la que son típicos los cuatro pétalos dispuestos en cruz. D. La ipomea, gloria de la mañana o don Diego de día (Ipomoea purpurea), es una convolvulácea nativa de América. Se cultiva con frecuencia como planta ornamental, y en zonas de la huerta puede encontrarse naturalizada; a mediados de noviembre muestra una floración espectacular.



Las pocas lluvias han hecho reverdecer musgos y líquenes en el Parque regional de El Valle y Carrascoy. En sus pinares, y en otras zonas de monte cercanas a Murcia, no se va a notar la otoñada que exhiben los bosques caducifolios del norte de la Península, pero siempre hay alguna planta, como el terebinto, que pone esa nota de color otoñal. Mejor lo percibimos en los olmos y en los granados de la huerta, así como en los plátanos de sombra y en distintos árboles de la ciudad (Fig. 4).

Fig. 4. A .Las muy escasas lluvias de este otoño han hecho reverdecer musgos y líquenes (Cladonia cf. mediterranea). B. En los pinares de El Valle y Carrascoy, sólo algunas especies de plantas muestran esos colores otoñales; una de ellas es la cornicabra o terebinto (Pistacia terebinthus), pariente cercano del lentisco. C. Los granados (Punica granatum) de la huerta adquieren en esta época su característico color amarillo (con un ligero tinte naranja), a continuación irán perdiendo las hojas. Los colores del otoño se deben a los pigmentos amarillos, anaranjados y rojos, principalmente carotenos y xantofilas, que acompañan a la clorofila en las hojas; al degradarse primero la clorofila, aquellos se ponen de manifiesto. D. También en algunos árboles de los parques y jardines de la ciudad se manifiesta la otoñada, como muestran los plátanos de sombra (Platanus x hispanica) que se ven en la imagen.



Los naranjos y limoneros no van a perder la hoja, pero muestran sus frutos; estamos en plena temporada de cítricos (Fig. 5). Si en octubre dije que se habían recogido las primeras naranjas, ahora continúa la recolección; también la de limones. Siguen creciendo apios, patatas, lechugas,… que se plantaron los pasados meses. Las olivas maduran, las de muchos árboles ya se pueden coger, o están casi a punto. En septiembre se segó la alfalfa de algunas parcelas, pero ahora se ha vuelto a cortar en numerosos bancales de los alrededores de Murcia, Zarandona, Cabezo de Torres,… En otros se hará muy pronto. Bisbitas, lavanderas blancas, buitrones, mosquiteros y más pajarillos siguen buscando su alimento en estos campos, aunque la alfalfa cortada los deje más al descubierto.

Fig. 5. (Izquierda): Limonero (Citrus x limon) con frutos. Estamos en temporada de cítricos. Ya a principios del mes pasado se estaban recogiendo naranjas en algunas parcelas de la huerta. Durante este mes continúan recogiendose naranjas, así como limones. (Derecha): Olivo (Olea europaea). Las olivas están madurando; ya es el momento de recoger las de algunos árboles.


Entre las aves que rondan por los campos y jardines, algunas son sólo visitantes invernales, como los zorzales comunes y los bisbitas pratenses; han llegado en septiembre o en octubre, y se quedarán a pasar la época fría, volviendo en primavera a los lugares donde se reproducen (Fig. 6). También las hay que se pueden ver en esta zona durante todo el año, pero ahora su población se incrementa con la llegada de individuos procedentes del norte. Eso es lo que ocurre con fringílidos (pinzones, verdecillos, jilgueros), colirrojos, petirrojos,…

Fig. 6. A. Un bisbita pratense (Anthus pratensis) entre la alfalfa, donde busca su alimento (invertebrados y algunas semillas). Estas aves no crían aquí, en la península Ibérica sólo lo hacen en el norte. B. Los verdecillos (Serinus serinus), a diferencia de la especie anterior, sí crían en la Región, y son abundantes, pero en otoño e invierno su número se incrementa por la llegada de individuos procedentes de otras zonas. Los verdecillos también pueden buscar su alimento entre la alfalfa, pero en este caso está consumiendo las diminutas semillas del mirabel (Bassia scoparia). Estas semillas se han utilizado en algunas zonas para hacer gachas y para elaborar harina. C. También el estornino negro (Sturnus unicolor) cría aquí, pero en invierno aumenta considerablemente su abundancia; a veces se pueden ver en grandes bandadas que exhiben una perfecta sincronización en el vuelo de todos sus integrantes. Su primo el estornino pinto (Sturnus vulgaris) nos acompaña en invierno, pero no en la época de cría. D. El petirrojo (Erithacus rubecula) es otro pajarillo mucho más abundante a finales del otoño y en invierno que durante la primavera. No sólo en la huerta y en el campo, prácticamente en cualquier parque o jardín de la ciudad se puede oír su metálico tlictlictlic. Algunos individuos son extraordinariamente confiados.



Con el cambio de estación volveremos para contar cosas de diciembre. ¡Hasta entonces!


Palomas torcaces (Columba palumbus) en un olmo. La foto se tomó en los alrededores de Cabezo de Torres el día 16/11/2020.


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